Se implementaron huertos escolares en comunidades de Cantagallo. Las maestras organizaron las actividades del trabajo en el huerto para involucrar a niños y niñas que oscilan entre los 8 y 14 años de edad. Las docentes involucraron el rol del trabajo a los padres de familia en las actividades del huerto para aumentar el trabajo compartido. El huerto es un área que los maestros utilizan como un espacio complementario para combinar sus clases de una manera más dinámica. Las y los dinamizadores de la comunidad (factoría del conocimiento rural) estarán a cargo de monitorear y asesorar a la escuela una vez por semana para aclarar dudas acerca del manejo de este y cómo prevenir enfermedades que pueden afectar los cultivos. Dentro de este proceso con los niños se promovió la importancia de la educación, el trabajo en equipo, equidad de género y contribuir al cambio progresivo de buenos hábitos alimenticios. Se realizaron dos talleres a los maestros acerca de la importancia de los buenos hábitos alimenticios. Se abordaron los pilares de la seguridad alimentaria y nutricional (Acceso de los alimentos vs Disponibilidad de los alimentos, además del consumo adecuado y la utilización biológica.) y la importancia de una dieta balanceada.
Objetivo prinicipal: Dinamizar una cultura de la alimentación sana y nutritiva con base en la educación y la familia, donde el valor del trabajo colectivo se instrumentaliza en el huerto, con contenido educativo innovador y se comparte con la comunidad.

Los huertos tienen diferentes actividades productivas y asegura la alimentación y nutrición de todos. Los alimentos producidos y consumidos por la familia ayudan al buen mantenimiento de las funciones del organismo. Estos alimentos son necesarios para proveer la energía para el trabajo y que los niños crezcan y estén protegidos contra las enfermedades, por esto mismo compartimos un video acerca de las recomendaciones y técnicas para huertos con enfoque agroecológicos.